"La ciencia habla, pero los políticos no escuchan". El exceso de información homogénea y unidireccional que recibimos sobre casos como el Prestige y su resolución nos llevan a hablar de una sociedad superinformada, pero tal exceso de información "a borbotones" puede producir una sensación de saturación que lleva a la desinformación. Crees que estás informado y en realidad te han vuelto cortito de miras.
Si extrapolamos, al desarrollo sostenible le pasa algo similar. Como vimos en una entrada anterior, las empresas nos saturan con información relativa a su política sostenible, pero ¿es real?. Comprobamos que en muchos casos es, cuanto menos, dudosa.
Pues tres cuartos de lo mismo sucede con nuestros gobiernos, aunque "parezca mentira". En Vigo, expertos de la ONU se han reunido para hablar del cambio climático, y de la dicha reunión se desprende que en nuestro país, nuestro gobierno "no toma medidas para avanzar hacia un futuro bajo en emisiones, pone freno a las energías renovables, a la rehabilitación de edificios e incrementa la dependencia energética de los combustibles fósiles y los sectores industriales más contaminantes".
Pero no solamente se critica el modelo español a este respecto, sino que en realidad es la comunidad internacional la que hace oídos sordos "aplazando año tras el acuerdo que permita reducir las emisiones y frenar el cambio climático".
"En boca de tantos". Así podríamos definir el tema del desarrollo sostenible en el ámbito político. De nuevo las instituciones públicas se llenan la boca con políticas que quedan "que ni pintadas" en el papel, pero se les puede reconocer una dificultad que raya lo sobrenatural a la hora de aplicarlas y fomentarlas. Basta con visitar la págica web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente para darse cuenta de a qué nos referimos. Pero si queremos ir más allá, nos damos cuenta de que la formación de los políticos no es la adecuada para defender los intereses generales en estos ámbitos. Así, observamos que el Ministro del área antes citada, Miguel Arias Cañete, es licenciado en Derecho. Nada en contra contra los estudiantes de esta disciplina pero, ¿es la adecuada para desempeñar este cargo?. En el link anterior podemos ver su curriculum, un auténtico erudito que controla de economía, finanzas, industria, política, automoción...ver para creer. Pero sigamos analizando. Resulta que el subsecretario, que podría limar carencias que no dudo que el señor Arias Cañete posee, sigue la misma línea. El Señor Jaime Haddad Sánchez de Cueto es licenciado en derecho, pero es que además controla de sanidad, alimentación, pesca, agricultura, medio ambiente, infraestructuras y transportes. Otro crak, vamos. Bueno, para no marear más la perdiz, dejo a su libre interés chequear las webs de otros sabios de la realidad medioambiental española, como pueden ser Federico Ramos de Armas, Pablo Saavedra Inaraja o Guillermina Yanguas Montero.
Las consecuencias territoriales de lo descrito anteriormente son evidentes. La mayoría de nosotros nos damos cuenta de que las políticas energéticas son erróneas, de que el modo de vida "megalopólico" y dependiente es absolutamente insostenible y que la autosustentabilidad, que podría lograrse con prácticas como el ecosocialismo que tanto yo como mis compañeros hemos trabajado, debe ser fomentada desde las instituciones públicas, pero también por pequeñas empresas y desde las propias familias. Pero estos procesos "de abajo a arriba" solo son posibles si son permitidas y apoyadas por gobiernos estatales, regionales y locales, que son los que ostentan el poder legislativo y económico para tales fines.
¿Que opinas acerca de la influencia política en nuestra vida diaria y en los medios de comunicación con respecto a este tema?
Salud!
Jorge Torres Machado
Interesante reflexión Jorge; quizás moi xornalístico. Boto de menos referencias concretas a escala local; na túa localidade, por exemplo, que se podería ou poderiades facer os veciños?
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