sábado, 16 de noviembre de 2013

Ecosocialismo, ¿verdugo final del capitalismo?


"El desarrollo económico y social es indispensable para asegurar al hombre un ambiente de vida y de trabajo favorable y para crear en la tierra las condiciones necesarias de mejora de la calidad de vida."
Declaración de Estocolmo (1972).

Han pasado 40 años desde que se enunció este principio, el octavo, de esta declaración de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano. Mucho se ha escrito y se ha avanzado, paso a paso. Poco a poco. Pero algo ha avanzado más rápido y ha echado todo por tierra. Y es el despiadado afán humano por producir más, por tener más. La ciencia por encima de todo. La tecnología como fuente de desarrollo. Esto ha tenido innumerables resultados positivos, pero con mirar alrededor, solo con un vistazo, nos damos cuenta de que algo ha fallado. En mi opinión, y en la de mucha gente, hace falta un cambio radical a todos los niveles. Integral: económico, político, social, educativo, ambiental, territorial, personal, colectivo. Vamos a hablar sobre el ecosocialismo y que papel tiene en todo esto.
Para Ferrás y Paredes (1999) el Ecosocialismo es la defensa del ecologismo frente al capitalismo y a la idea neoliberal del crecimiento ilimitado, de manera que se defiende la agricultura tradicional, el pluralismo, los derechos humanos, etc., como "vía de desarrollo alternativa al binomio razón-progreso dominante".
En el mismo texto se habla del "ecosocialismo de la abundancia", haciendo referencia a la puesta en práctica de esta filosofía en países con cierto nivel de desarrollo, y el "ecosocialismo de la supervivencia", en alusión a aquellos países que tendrían problemas serios para alcanzar un nivel de vida aceptable por sus propios medios, debido a factores como la orografía, la climatología, economía tradicional obsoleta, elevada natalidad, falta de recursos, corrupción, desigualdad, etc., por lo que sería necesaria la colaboración internacional para conseguir un objetivo tan deseado por muchos. ¿Es la soberanía alimentaria (y de otros productos básicos) necesaria para este fin?.
Para que este nuevo modo de avanzar salga adelante, es necesario que el ecosocialismo deje de estar ligado a la izquierda, incluso a la izquierda más radical, y que otras vertientes políticas lo adopten como herramienta de progreso social. Sin embargo, esto parece complicado desde el seno del propio ecosocialismo, que plantea una planificación social basada en la propiedad colectiva de los medios de producción y el fin de las desigualdades económicas (Le Quang, 2013), medidas que lo asocian indisolublemente a la izquierda y lo alejan de otros idearios. Esta asociación a la izquierda viene de lejos, pudiendo afirmar que sus inicios se dieron en los años 30 en la Unión Soviética con el concepto de "landschaftovedenie", o área específica de la superficie terrestre donde interactúan fenómenos naturales y sociales, representando una realidad donde interactuan fenómenos naturales y sociales (Berg, 1941)
Riechmann caracteriza el ecosocialismo y nos da una serie de claves para llevarla a cabo en un programa que él denomina "transición poscapitalista". Opta por medidas como la reforma fiscal ecológica, distribución igualitaria de la riqueza, pleno empleo (trabajar menos para tener mas tiempo libre para crecer como persona, "el ser" como dijo Marx, y no con el ideario capitalista del "tener"), energías renovables; bienes, servicios e infraestructuras públicas, etc., que provocarían como se ha comentado un giro radical en las políticas económicas, sociales o territoriales que se han llevado a cabo hasta el momento.
Siendo desde la política desde donde se mueven los hilos para conseguir un cambio real, palpable, en el que todos participemos y del cual todos nos beneficiemos, muchas organizaciones han tomado parte en el asunto y, conscientes del problema, han comenzado a actuar. Muchas de ellas son sudamericanas, ya que la lucha por la equidad social, el desarrollo de los paises meridionales, el cese del expolio de sus recursos naturales, son especialmente los mayores afectados de la ola neoliberal. Al respecto, el IV Congreso Venezolano de Diversidad Biológica se habla incluso de un Estado Comunal Ecosocialista, que trasciende del actual modelo insostenible basado en el agotamiento de los recursos propios, que en el caso venezolano se traduce esencialmente en el petroleo. ¿Que opinión te merece este tipo de Estado? ¿Crees que podría llegar a darse algo similar?.
En esta línea, es obvio el "giro a la izquierda latinoamericano" de los 90, y que en la primera década del S.XXI ha sido reforzado por la llegada al poder de Morales (2005) y de Correa (2007), de tal manera que son los países latinoamericanos los que se encuentran en una situación más favorable en el sentido ideológico para aplicar prácticas ecosocialistas conjuntas, vertebradas, que se refuerzen entre ellas.
En mi opinión, con todas las mejoras cuantitativas y cualitativas que se han venido comprobando, este gran salto que se esperaba todavía está lejos de producirse o, al menos, de evidenciarse. Prueba de ello es el neoextractivismo, o una evolución del extractivismo colonial manejado por los propios estados pero subordinado al sistema capitalista mundial. ¿Crees que el ecosocialismo puede ser la clave para los países del sur?, ¿Son los países adecuados para poner en marcha estas políticas?, ¿Serán los pioneros?


Salud,
Jorge Torres Machado.

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