Creo que no hace falta ni poner título a esta entrada pero para no romper la dinámica de este BLOG y respetando a todos mis compañeros del master lo pondré.
Digo que no hace falta poner título porque con la foto de la persona que subo provoca una atracción independientemente de la opinión que tengamos cada uno de el,(para mi) es un crack dentro del mundo de la comunicación y de la publicidad.
A continuación me gustaría compartir un artículo que ha publicado Risto Mejide hace unos meses y que a mi me hizo reflexionar bastante y que se relaciona bastante con lo que últimamente reflexionamos en nuestro equipo de master.
“No busques
trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no
vale la pena. Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de
cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una
patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la
ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones eurocomunitaria y lo
poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías
notado, son los que hablan en alemán.
No busques
trabajo. Te lo digo en serio. Si tienes más de 30 años, has sido dado por
perdido. Aunque te llames Diego Martínez Santos y seas el mejor físico de
partículas de Europa. Da igual. Aquí eres un pringao demasiado caro de
mantener. Dónde vas pidiendo nada. Si ahí afuera tengo a veinte mucho más
jóvenes que no me pedirán más que una oportunidad, eufemismo de trabajar
gratis. Anda, apártate que me tapas el sol.
Y si tienes
menos de 30 años, tú sí puedes fardar de algo. Por fin la generación de tu país
duplica al resto de la Unión Europea en algo, aunque ese algo sea la tasa de
desempleo. Eh, pero no te preocupes, que como dijo el maestro, los récords
están ahí para ser batidos. Tú sigue esperando que los políticos te echen un
cable, pon a prueba tu paciencia mariana y vas a ver qué bien te va.
Por eso me
atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no
busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único
que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a
creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.
No utilices
el verbo buscar.
Utiliza el
verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el
verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se
hace real. Que se complica.
Da igual que
te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has
notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director
general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única
empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso
que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo
más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu
propia vida.
Suena
jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las
facturas.
Trabajo no
es un buen sustantivo tampoco. Porque es mentira que no exista. Trabajo hay. Lo
que pasa es que ahora se reparte entre menos gente, que en muchos casos se ve
obligada a hacer más de lo que humanamente puede. Lo llaman productividad. Otra
patraña, tan manipulable como todos los índices. Pero en fin.
Mejor
búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien.
Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad.
Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla,
identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar
recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro.
Por cierto, qué es un sector hoy en día.
No busques
trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad
insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea.
Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que
también.
No busques
trabajo. Mejor busca un ingenuo, o primer cliente. Reduce sus miedos, ofrécele
una prueba gratis, sin compromiso, y prométele que le devolverás el dinero si
no queda satisfecho. Y por el camino, gánate su confianza, convéncele de que te
necesita aunque él todavía no se haya dado cuenta. No pares hasta obtener un
sí. Vendrá acompañado de algún “pero”, tú tranquilo que los peros siempre
caducan y acaban cayéndose por el camino.
Y a
continuación, déjate la piel por que quede encantado de haberte conocido. No
escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que
eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada
día por productos y servicios que nos han convencido de lo contrario.
Por último,
no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un
día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho
más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la
estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que
tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas
no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad.
Hasta aquí
la mejor ayuda que se me ocurre, lo más útil que te puedo decir, te llames
David Belzunce, Enzo Vizcaíno, Sislena Caparrosa o Julio Mejide. Ya, ya sé que
tampoco te he solucionado nada. Aunque si esperabas soluciones y que encima
esas soluciones viniesen de mí, tu problema es aún mayor de lo que me pensaba.
No busques
trabajo. Sólo así, quizás, algún día, el trabajo te encuentre a ti
(Alberto Romero Otero)
Alberto, me gustaria saber que relación atopas neste discurso a respecto do desenvolvemento endoxeno?
ResponderEliminarEn mi opinión, creo que estamos en un cambio de ciclo asociado lógicamente a esta profunda crisis que tenemos desde hace varios años y que las generaciones actuales tendremos que afrontarla desde otros puntos de vista y con una mentalidad abierta a poder crear desde nosotros mismos a nivel individual-colectivo cualquier proyecto-idea que con trabajo y esfuerzo podamos desarrollar. Obviamente creo que cada uno tiene que hacer en esta vida lo que más le guste.
ResponderEliminarEs un discurso que lo asocio a que estamos en un momento de incrementar nuestra productividad mediante el aprovechamiento de todas las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías, y a través de la innovación, con el fin de incrementar la capacidad competitiva como bien dije antes a nivel individual y colectivo,fijándonos en nuestro CAPITAL SOCIAL donde tengamos el apoyo de personas físicas que forman parte de nuestra red y que así gracias a esa red podamos llevar a cabo nuestro objetivo-idea-plan como lo queramos llegar y que alomejor pueda llegar a ser nuestro seguro de vida en un futuro.